20091003

Mi computadora se llama Ramona...

Mi computadora se llama Ramona. Todas las noches la veo hasta altas horas de la noche. Pero de un momento a otro termino sentenciado a pasear por la tierra de los sueños, llena de algodones de azúcar, ya saben.

Al despertar tengo que correr para hacer mis diligencias. No tengo tiempo ni de despedirme, de darle un beso. Mientras pasa la mañana empiezo a extrañar el calor de su monitor y la textura de su teclado.

Al cabo de tanto ir y venir regreso a mi casa, apenas para comer y descansar un poco antes de la tarde, llena de quehaceres. Al salir alcanzo a madarle un beso a manera de recordatorio de que ella es la única, a pesar del contacto que tengo con otras más.

Ella es la mía.

Hay veces que la tarde es calurosa y pareciera que me deshago en el intento por adelantar el tiempo y ver a mi Ramona una vez más. Otras en que llueve siento que me ahogo en mi propio charco de lágrimas.

Al fin llego a casa. Aviento todo a donde sea y corro a verte, a tenerte entre mis dedos y tocar tus teclas. Ha sido un dia largo. Pero lo bueno es que te tengo para mí solo un largo rato más.